Presento a los amables lectores de este blog un pequeño divertimento de Harry Golden referente a "Las Mil caras del Mal Servicio". Que lo disfruten
Yo nunca insulté
a las meseras
Por Harry Golden
Tengo por norma no quejarme
nunca en un restaurante, porque sé perfectamente que hay más de cuatro billones
de soles en la Vía Láctea, que es una de tantos billones de galaxias. Muchos de
esos soles son miles de veces mayores que el nuestro, y son los ejes de
sistemas planetarios completos, que incluyen millones de satélites que se
mueven a velocidades de millones de kilómetros por hora, siguiendo enormes
órbitas elípticas. Nuestro propio sol y sus planetas, incluida la Tierra, están
en el borde de esta rueda, un diminuto rincón del universo. Así pues, ¿por qué
tantos millones de soles en constante movimiento no acaban chocando unos contra
otros? La respuesta es que el espacio es tan bastamente amplio, que si
redujéramos los soles y los planetas proporcionalmente a las distancias entre
ellos, cada sol, siendo del tamaño de una mota de polvo, estaría a dos, tres o
cuatro mil kilómetros de su vecino más próximo. Y ahora, imagínese usted, estoy
hablando de la Vía Láctea –nuestro pequeño rincón-, que es nuestra galaxia. ¿Y
cuántas galaxias hay? Billones. Billones de galaxias esparcidas a través de un
millón de años luz. Con la ayuda de nuestros precisos telescopios se pueden ver
hasta cien millones de galaxias parecidas a la nuestra, y no son todas. Los
científicos han llegado con sus telescopios hasta donde las galaxias parecen
juntarse y todavía quedan billones y billones por descubrir.
Cuando pienso en todo esto,
creo que es tonto molestarse con la mesera si trajo consomé en lugar de crema.
Golden, Harry (1976). Yo nunca insulté a las meseras. En E.Valadés (Compilador) El libro de la imaginación. México: Fondo de Cultura Económica
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